lunes, junio 16

Días que se escurren

Con ojos de niño asustado perdido en el centro
con palidez de invierno bajo cero
rígida como estatua humana sin pintura
ahora triste y poco precisa
triste por la insania
imprecisa por los fármacos

No me cobija mi cama
y extraño tanto
y lloro
del temor de entonces
el que ya no deja que me escape
ni en mis lugares
esos… en los que
ocultadita y silenciosa
en esos
los que me veían llegar corriendo
sacar los trastes y meterlos bien al fondo
apiñaditos uno encima de otro,
que si jalas uno se caen todos,
pero juntitos
con la esperanza de no ocupar más espacio

Encerrados todos
para no verlos,
para que no interrumpan
no molesten
mientras lleguen vacaciones
y ordenar la casa
esas, las que esperaba y esperaba
que año tras año pasaban en vano
que no llegaban
que aprovechaban las polillas
para comerse los recuerdos
y la telaraña
que ya estaba a punto de alcanzar mis huesos
y que al fin mejor hubiera sido
y no al asustadito corazón

Por primera vez en muchos años
no quiero dormir
por primera vez se me nota
fingida la sonrisa
por tresmiltrescientasetentayunaba vez
se me escurren las lágrimas
y hace tan poquito
no costaban nada semanas de risa
Ahora también, hasta de alegría
quiere pasar la factura.


5 comentarios:

nesiko dijo...

Mas allá de lo que pueda comentar sobre como está escrito este verso, e de decir que me siento identificado con lo que ahí se habla.

Todas esas cosas… debería reencontrarme mas a menudo, en esos momentos donde las cosas parecen perder significado. Todo ello se me viene a la mente al leer tu verso.

saludo

TORO SALVAJE dijo...

Espero que los días ya no se te escurran. Sé lo que has escrito, lo podría haber escrito yo, seguramente no tan bien, pero el fondo el mismo.

Saludos.

Salvatiere dijo...

Melancólica forma de expresarte en este post........


Saludos para ti


Agustín

Sandra Figueroa dijo...

Hola, hay dias asi, que se mos escurren, lo bueno es que no son eternos. Lindo poema. Un beso, cuidate.

JUANAN URKIJO dijo...

Para que los días tengan un sentido, no hay más que cambiar el modo de mirarlos. Hay pequeñas cosas que nos pasan habitualmente inadvertidas y, sin embargo, suelen ser las más importantes. Es cuestión de adoptar una posición diferente, una determinada actitud...

Un beso.